La relación entre la ansiedad y los trastornos alimentarios es un tema complejo que ha sido objeto de estudio e investigación durante décadas. La ansiedad es una emoción natural que todos experimentamos en ciertas situaciones, pero para algunas personas, la ansiedad puede desencadenar patrones de hábitos alimentarios desordenados y una relación conflictiva con la comida.
En este artículo, explicaremos en mayor profundidad la conexión entre la ansiedad y los trastornos alimentarios, los factores de riesgo compartidos y los diferentes tipos de trastornos alimentarios que pueden coexistir con la ansiedad. Además, proporcionaremos información sobre los síntomas de la ansiedad y los trastornos alimentarios, así como los tratamientos disponibles y el camino hacia la recuperación.
La Relación entre la Ansiedad y los Trastornos Alimentarios
La ansiedad es una reacción natural del cuerpo ante situaciones estresantes, desconocidas o desafiantes. Sin embargo, para algunas personas que viven con un trastorno alimentario o patrones de hábitos alimentarios desordenados, la comida puede desencadenar sentimientos de ansiedad en lugar de placer. Los trastornos alimentarios, como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, pueden estar vinculados a una serie de factores emocionales y psicológicos, y la ansiedad puede ser uno de ellos.
Aunque los trastornos alimentarios y la ansiedad a menudo coexisten y tienen síntomas superpuestos, es importante destacar que ninguno causa directamente al otro. Sin embargo, la investigación sugiere que hasta dos tercios de las personas con trastornos alimentarios también experimentan un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas.
Es posible que las personas que viven con ambas condiciones noten los síntomas de ansiedad primero, antes de que comiencen los síntomas del trastorno alimentario. Sin embargo, esto no significa que la ansiedad cause directamente los trastornos alimentarios, ya que no todas las personas con ansiedad desarrollarán hábitos alimentarios desordenados.
Factores de Riesgo Compartidos
La conexión entre la ansiedad y los trastornos alimentarios podría explicarse en parte por los factores de riesgo compartidos que tienen ambas condiciones:
- Genética: La evidencia de estudios familiares y gemelos sugiere que la composición genética juega un papel en el desarrollo de los trastornos alimentarios. Asimismo, las personas con un familiar cercano que padece ansiedad tienen más probabilidades de desarrollar un trastorno de ansiedad.
- Química Cerebral: La serotonina, una sustancia química cerebral que regula el estado de ánimo, el sueño y el apetito, parece influir tanto en la ansiedad como en los trastornos alimentarios. Aunque se necesita más investigación para comprender su papel exacto, se ha asociado con ambas condiciones.
- Procesos Cerebrales: Tanto los trastornos de ansiedad como los trastornos alimentarios implican un sesgo de atención hacia las cosas que parecen amenazantes, lo que puede conducir a un enfoque extremo en la comida y los hábitos alimentarios. La inflexibilidad cognitiva, la dificultad para lidiar con cambios en el entorno o la rutina, también es común en ambas condiciones.
- 4. Rasgos de Personalidad**Los rasgos de personalidad como el neuroticismo, el perfeccionismo, la evitación del daño y la dificultad para tolerar la incertidumbre, están asociados tanto con la ansiedad como con los trastornos alimentarios.
- Experiencias de la Infancia**: Experimentar abusos en la infancia, especialmente abuso sexual, es un factor de riesgo para desarrollar un trastorno alimentario. De manera similar, cualquier experiencia negativa o traumática repetida en la infancia, incluido el abuso sexual, también aumenta el riesgo de desarrollar ansiedad.
Es importante tener en cuenta que estos factores de riesgo no garantizan el desarrollo de un trastorno alimentario o de ansiedad, pero pueden aumentar las probabilidades de que ocurra.
Síntomas de la Ansiedad y los Trastornos Alimentarios
Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)
El TAG implica sentimientos extremos y persistentes de preocupación por cosas y actividades cotidianas que no representan una amenaza real para la seguridad. Los síntomas incluyen inquietud, irritabilidad, dificultades para dormir, "nubosidad mental" y síntomas físicos como malestar estomacal y dolores de cabeza.
Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)
El TOC involucra obsesiones, que son pensamientos o imágenes mentales no deseados y persistentes, y compulsiones, que son acciones repetidas para reducir la angustia causada por las obsesiones. Estos síntomas pueden afectar significativamente la vida diaria y las relaciones.
Fobias
Las fobias son miedos intensos y ansiedad en torno a situaciones, animales u objetos específicos. Pueden llevar a evitar ciertas situaciones y afectar la vida cotidiana.
Trastorno de Pánico
El trastorno de pánico implica ataques de pánico repetidos con síntomas físicos y emocionales intensos, como miedo abrumador, sensación de muerte inminente, sudoración, temblores y dificultad para respirar.
Trastornos Alimentarios que pueden Coexistir con la Ansiedad
Aunque los trastornos alimentarios pueden manifestarse de diferentes maneras, es posible tener un trastorno alimentario incluso si los síntomas no se ajustan exactamente a los criterios diagnósticos. Algunos de los trastornos alimentarios que pueden coexistir con la ansiedad incluyen:
Trastorno de Evitación/Restricción de la Ingesta de Alimentos (ARFID)
El ARFID se caracteriza por dificultades físicas para comer debido a la ansiedad, a menudo relacionada con características sensoriales de la comida.
Anorexia Nerviosa
La anorexia nerviosa implica patrones de alimentación muy restrictivos con ansiedad intensa en torno a la comida, el aumento de peso y la apariencia física.
Bulimia Nerviosa
La bulimia nerviosa involucra atracones y purgas como respuesta a la ansiedad relacionada con el aumento de peso o la apariencia física.
Trastorno por Atracón (BED)
El BED implica episodios de atracones que causan angustia emocional significativa, incluyendo sentimientos de ansiedad, culpa, vergüenza y repulsión.
Es fundamental destacar que los trastornos alimentarios pueden afectar a personas de cualquier género, tamaño o forma corporal.
Tratamientos para la Ansiedad y los Trastornos Alimentarios
La buena noticia es que tanto la ansiedad como los trastornos alimentarios pueden mejorar con el tratamiento adecuado. Los enfoques de tratamiento incluyen:
1. Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Esta forma de terapia ayuda a identificar y abordar emociones y comportamientos no deseados relacionados con la comida y la alimentación. La terapia de exposición, un subtipo de TCC, es particularmente efectiva para ambas condiciones.
2. Terapia Basada en la Familia: Involucrar a los miembros de la familia en el tratamiento puede ser beneficioso, especialmente para los padres de niños con ARFID.
3. Medicamentos: En algunos casos, los medicamentos pueden ser útiles para tratar los trastornos alimentarios y los trastornos de ansiedad que coexisten.
4. Grupos de Apoyo: El apoyo de otras personas que están en proceso de recuperación puede ser una adición valiosa al tratamiento.
5. Asesoramiento Nutricional: Los dietistas registrados con experiencia en trastornos alimentarios pueden proporcionar orientación sobre una alimentación saludable.
6. Tratamiento Hospitalario: En casos más graves, los centros de tratamiento de trastornos alimentarios pueden ofrecer atención especializada y apoyo las 24 horas del día.
Buscar Ayuda para la Ansiedad y los Trastornos Alimentarios
Si crees que tú o alguien que conoces podría estar experimentando un trastorno alimentario, es importante buscar ayuda lo antes posible. Incluso si los patrones de alimentación desordenados no cumplen completamente con los criterios diagnósticos, siempre vale la pena buscar apoyo profesional.
Sin tratamiento, los trastornos alimentarios pueden empeorar con el tiempo y tener consecuencias graves para la salud, además de causar angustia emocional continua que afecta la vida cotidiana y las relaciones.
La recuperación es un proceso, y aunque puede llevar tiempo y esfuerzo, al buscar ayuda, das un paso importante hacia la curación y el restablecimiento del control sobre emociones difíciles o dolorosas.
Conclusión
La relación entre la ansiedad y los trastornos alimentarios es un tema complejo, pero también es un área en la que la investigación y el tratamiento han avanzado significativamente. Tanto la ansiedad como los trastornos alimentarios pueden mejorar con el tratamiento adecuado, y la recuperación es posible.
Si sufres de ansiedad en torno a la comida, no estás solo. Buscar ayuda y apoyo es esencial para iniciar el camino hacia la recuperación. La terapia cognitivo-conductual, la terapia basada en la familia, los medicamentos, los grupos de apoyo y el asesoramiento nutricional son algunas de las herramientas disponibles para ayudarte en este proceso.
Recuerda que siempre es válido pedir ayuda y que el apoyo profesional puede marcar una gran diferencia en tu vida. Con tratamiento y perseverancia, puedes superar la ansiedad y los trastornos alimentarios y llevar una vida plena y saludable.
El camino hacia la recuperación puede ser desafiante, pero recuerda que cada paso que des te acercará un poco más a la curación. No te rindas y busca el apoyo que necesitas para enfrentar estos desafíos con valentía y determinación.
¡La recuperación está al alcance y tú puedes lograrlo!
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