Cuando se trata de la salud reproductiva femenina, muchas mujeres conocen lo básico: el estrógeno y la progesterona trabajan juntos de alguna manera para crear un ciclo menstrual de 28 días cada mes hasta la menopausia. En realidad, estas hormonas son solo la punta del iceberg cuando se trata de la salud hormonal femenina.
Las hormonas son producidas por las glándulas endocrinas. Tus ovarios, que producen las hormonas sexuales estrógeno y progesterona, son solo una de las ocho glándulas endocrinas clave para la salud hormonal. Las hormonas también son producidas por tus glándulas suprarrenales, hipotálamo, páncreas, paratiroides, glándula pineal, glándula pituitaria y tiroides. De hecho, tus glándulas suprarrenales también producen hormonas sexuales, incluyendo testosterona.
Estas hormonas son los mensajeros de tu cuerpo. Regulan: la reproducción, el crecimiento y desarrollo, el metabolismo y la energía, el equilibrio de nutrientes y electrolitos en la sangre, el equilibrio de agua en el cuerpo y tu respuesta al estrés. El objetivo de tu sistema endocrino es mantener el equilibrio, lo que significa que la salud hormonal femenina es más que salud reproductiva, es salud integral del cuerpo.
Estrógeno y Progesterona
El estrógeno, que en realidad es un término general para varios tipos de estrógeno, dirige las características sexuales femeninas, promueve la proliferación celular, disminuye la pérdida ósea, estimula y protege las células cerebrales, aumenta los niveles de HDL, aumenta la grasa corporal y crea receptores de progesterona.
La progesterona relaja los músculos, mantiene el revestimiento del útero, estimula el crecimiento óseo, quema grasa para obtener energía, aumenta el deseo sexual y, lo más importante, equilibra los efectos del estrógeno en el cuerpo. La progesterona es muy importante para la salud hormonal porque para que el estrógeno funcione correctamente debe estar en la proporción correcta con la progesterona. Sin suficiente progesterona, tu cuerpo estará en dominancia de estrógeno o saturación de estrógeno, lo que simplemente significa que hay demasiado estrógeno en el cuerpo. La baja progesterona puede provocar dominancia de estrógeno.
El exceso de estrógeno puede provocar varias condiciones:
- Sangrado abundante, coágulos y calambres
- Retención de agua e hinchazón
- Sensibilidad mamaria, bultos y senos quísticos
- Aumento de peso
- Dolores de cabeza y migrañas postmenstruales
- Depresión, irritabilidad, ansiedad y enojo
- Disminución de la respuesta sexual
- Deficiencia de zinc
- Disfunción de la hormona tiroidea
- Desregulación del azúcar en la sangre
- Mayor riesgo de enfermedades autoinmunes
- Aumento de los cánceres en sitios reproductivos (mama, útero, ovarios)
- Disminución de la fertilidad
Para la salud hormonal, necesitas equilibrar el estrógeno y la progesterona. Para equilibrar estas hormonas, otros órganos y sistemas son importantes, específicamente tu hígado, glándulas suprarrenales, tiroides y sistema linfático.
Tu Hígado y el Equilibrio Hormonal
El hígado es un órgano muy importante. Metaboliza proteínas y carbohidratos, almacena nutrientes, sintetiza colesterol, neutraliza toxinas, procesa hormonas y mucho más. Un hígado saludable puede eliminar el exceso de estrógeno y mantener las hormonas en equilibrio. Sin embargo, un hígado estresado o sobrecargado lleva a un aumento de estrógeno y desequilibrio hormonal.
Existen varios factores nutricionales, de estilo de vida y ambientales que pueden afectar negativamente la salud de tu hígado:
- Alimentos procesados
- Ingredientes artificiales
- Grasas trans
- Dieta alta en azúcar
- Alcohol
- Carne y productos agrícolas no orgánicos
- Pesticidas y herbicidas
- Plásticos
- Contaminantes industriales
- Exposición a metales pesados
- Conservantes en productos para el cuidado de la piel
- Productos de limpieza fuertes
- Infecciones crónicas
Tus Glándulas Suprarrenales y el Equilibrio Hormonal
Las glándulas suprarrenales son las "glándulas del estrés" de tu cuerpo. Ayudan a tu cuerpo a lidiar tanto con el estrés agudo como con el crónico. Lo que quizás no sepas es que también son tu respaldo para producir hormonas sexuales, incluyendo estrógeno, progesterona y testosterona. Tus glándulas suprarrenales son especialmente importantes para equilibrar las hormonas durante la peri- y post-menopausia. Por lo tanto, la salud hormonal depende mucho de la salud adrenal.
Cuando el cuerpo está bajo estrés, tus glándulas suprarrenales producen cortisol. En tiempos de estrés excesivo, tu cuerpo convertirá progesterona en cortisol. Como resultado, el estrés crónico agotará la progesterona y puede llevar a la dominancia de estrógeno.
Los factores estresantes de las glándulas suprarrenales incluyen:
- Azúcar, harinas refinadas, grasas trans y comida chatarra
- Alcohol, cafeína, estimulantes y tabaco
- Antiácidos, anticonceptivos y medicamentos
- Ejercicio excesivo
- Trastornos del sueño
- Estrés laboral, financiero y de relaciones
- Infecciones crónicas y agudas
- Sentimientos de falta de control sobre los resultados
La baja progesterona debido al estrés adrenal también puede causar sofocos. Esto se debe a que la baja progesterona en presencia de estrógeno fluctuante confunde tu sistema regulador de temperatura. Durante la transición a la menopausia, el flujo extremo de estrógeno hará que tu cuerpo aumente la temperatura central, creando los típicos síntomas de "sofocos". Sin embargo, una función adrenal saludable equilibrará las hormonas y reducirá o incluso eliminará los sofocos.
Tu Tiroides y el Equilibrio Hormonal
La glándula tiroides es tu "casa de fuego del metabolismo" y cada célula de tu cuerpo depende de la hormona tiroidea. Si tu tiroides no funciona de manera óptima, es posible que tengas aumento de peso, estreñimiento, piel seca, fatiga, confusión, depresión y pérdida de cabello. Tanto tu tiroides como tus ovarios necesitan yodo para una producción hormonal óptima. Entonces, si tu tiroides no está adecuadamente nutrido, tus ovarios tampoco lo estarán. Esto puede llevar a un desequilibrio hormonal y dominancia de estrógeno. El exceso de estrógeno luego interrumpe la producción de hormonas tiroideas, agregando al problema.
Tu Sistema Linfático
Un sistema del cuerpo a menudo olvidado, tu sistema linfático es igualmente importante que tu sistema endocrino cuando se trata del equilibrio hormonal. Este sistema transporta combustible por todo el cuerpo, ayuda al sistema inmunológico y elimina los desechos de tu cuerpo. Estos desechos incluyen metabolitos hormonales que deben ser procesados y excretados del cuerpo. Un sistema linfático estancado puede reducir la eliminación de exceso de estrógeno y llevar a la dominancia de estrógeno. Tu sistema linfático depende de la acción de tus músculos para bombear linfa a través y hacia tu hígado, riñones y colon para la eliminación de desechos. Por lo tanto, la falta de ejercicio es la causa principal de un sistema linfático estancado.
Recomendaciones para equilibrar las hormonas femeninas desde una perspectiva de medicina integrativa:
- Alimentación saludable: Prioriza una dieta rica en alimentos enteros, orgánicos y nutritivos. Incluye una variedad de frutas y verduras, proteínas magras, grasas saludables (como aguacates, nueces y aceite de oliva) y carbohidratos complejos. Evita los alimentos procesados, ricos en azúcares refinados y grasas trans.
- Gestión del estrés: Incorpora técnicas de manejo del estrés en tu rutina diaria, como la meditación, la respiración profunda, el yoga o la práctica de la atención plena. El estrés crónico puede afectar negativamente las hormonas, especialmente las glándulas suprarrenales.
- Ejercicio regular: Mantente activa con ejercicio físico regular. Esto ayuda a mantener un peso saludable, reduce el estrés y promueve la producción de endorfinas, que pueden influir positivamente en el equilibrio hormonal.
- Descanso adecuado: Duerme lo suficiente todas las noches para permitir que tu cuerpo se recupere y regenere. El sueño insuficiente puede afectar negativamente las hormonas, incluida la regulación del apetito y el metabolismo.
- Suplementación: Considera tomar suplementos naturales que puedan apoyar el equilibrio hormonal, como el aceite de onagra, la vitamina D, el magnesio, el zinc y los ácidos grasos omega-3. Sin embargo, es importante consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier régimen de suplementos.
- Evita toxinas ambientales: Reduce tu exposición a toxinas ambientales como los ftalatos, los parabenos y los disruptores endocrinos presentes en productos de cuidado personal, productos de limpieza y alimentos procesados. Opta por opciones más naturales y libres de químicos siempre que sea posible.
- Consulta con un profesional de la salud: Si experimentas desequilibrios hormonales significativos o síntomas persistentes, busca la orientación de un médico holístico o un endocrinólogo funcional. Nosotros realizamos pruebas específicas para ofrecerte un enfoque personalizado para equilibrar tus hormonas de manera segura y efectiva, contacta con nosotros.