Publicado por Anna Montilla, médico en la clínica Keval+
Cada día escuchamos hablar con mayor frecuencia del SOP o Síndrome de Ovario Poliquístico como una enfermedad ginecológica pero también endocrina. Puede que hayas escuchado hablar de la sintomatología que presenta, de la intensidad de la misma, del perfil de pacientes afectadas, de los tratamientos que existen y puede que te plantees ciertas dudas, sobre cómo puede ser su prevención si piensas que no lo padeces o como puede ser su mejoría si ya te lo han diagnosticado. Abordaremos estas cuestiones para que conozcas una de las causas que va en aumento en los últimos años y representa un alto porcentaje de las consultas médicas.
¿Qué es el Síndrome de ovario poliquístico y cómo se diagnostica?
Se podría definir como una enfermedad derivada de un desajuste hormonal y metabólico que hacen que el Ovario produzca una cantidad excesiva de Andrógenos (hormonas Masculinas), produciendo alteraciones en la ovulación y por consiguiente en el ciclo menstrual, pudiendo llegar incluso a quedar anulado (Anovulación). Lo padecen entre un 6 a 15% de mujeres en edad reproductiva.
A este desajuste tenemos que sumar diferentes síntomas o signos patológicos que acaban por configurar este síndrome. Es un trastorno multifactorial, de diagnóstico complejo en ocasiones por el cortejo de síntomas que presenta, y porque no existe una prueba exacta para su diagnóstico, sino un conjunto de ellas que tendrán que ser valoradas para establecer dicho diagnóstico.
Criterios Diagnósticos:
Según el National Institute of Health (NIH) y el consenso de Rotterdam se definen tres criterios fundamentales que nos pueden orientar a la hora de establecer que se padece la enfermedad y poder ajustar un tratamiento para los síntomas. Con el cumplimiento de dos de ellos sería suficiente para establecer la afectación de la enfermedad:
- Puede existir una disfunción del ciclo menstrual ya sea por una Oligomenorrea o Amenorrea (reglas escasas e irregulares o falta de regla).
- Hiperandrogenismo clínico con síntomas como hirsutismo (exceso de vello facial y corporal), acné y/o alopecia de patrón masculino.
- Criterios ecográficos con morfología ovárica con proliferación quística, aunque en muchas ocasiones estos son tan pequeños que pueden no apreciarse en las imágenes ecográficas. Hay que saber interpretar este criterio ya que el hecho de que se puedan apreciar quistes en el ovario no implica forzosamente padecer la enfermedad y el hecho de no presentarlos tampoco excluye de sufrir de SOP. Hay que ligar siempre el diagnóstico por la imagen con la sintomatología manifestada.
En relación a estos criterios se realiza el diagnóstico precisando:
- Historia clínica detallada
- Exploración física y/o ginecológica
- Análisis de sangre en el que se valoran las diferentes hormonas, tanto femeninas como masculinas
- Ecografía en caso de ser de interés ya que con las actuaciones anteriores se llegan a diagnosticar más del 90% de los casos.
Manifestaciones del Síndrome de ovario poliquístico
Estas manifestaciones las podemos encontrar hasta en el 70% de las pacientes afectadas de SOP. En un primer momento y por el exceso en la secreción de hormonas masculinas (Testosterona) por los quistes ováricos nos podemos encontrar con:
- Alopecia o caída de cabello con patrón masculino (en las entradas y coronilla).
- Hirsutismo o exceso de vello tanto facial en zona de la patilla, o el mentón o corporal como en antebrazos.
- Acné facial y en zona de la espalda debido a una mayor liberación de Sebo estimulado por la testosterona.
- Acantosis Nigricans o hiperpigmentación en zonas de pliegues como nuca, ingles o axila.
- Depósito de grasa abdominal de patrón Troncular.
- Ausencia en la regularidad de las menstruaciones al existir niveles altos de Testosterona y bajo de Estrógenos y Progesterona.
Los Ciclos menstruales muy irregulares pueden dar lugar a:
- Amenorrea: Ausencia de menstruación. Afecta a alrededor del 70% de los casos.
- Oligomenorrea: que se presenta con disminución del número de menstruaciones por ser ciclos largos, mayores a 35 días.
- Polimenorrea: Menstruación muy frecuente ya que los ciclos son muy cortos, inferiores a 25 días y esto aumenta la frecuencia.
- Hipermenorrea: la menstruación es de muy larga duración, sangrado abundante y dolorosa.
- Antes de la llegada de la regla nos podemos encontrar con el Síndrome premenstrual (SPM) que se caracteriza por diferentes cambios físicos, presencia de náuseas, aumento de peso (en ocasiones debido a la retención de líquido), cansancio, cefaleas, trastornos psíquicos como un aumento de la irritabilidad, alteración de la libido, fluctuaciones con ánimo depresivo, cambios radicales de conducta entre otros. Estos síntomas suelen aparecer una semana antes de la menstruación aproximadamente y debido a este desequilibrio hormonal las mujeres con SOP los suelen tolerar peor y los síntomas se presentan más acusados.
Resistencia a la Insulina y SOP
En un segundo momento y a más largo plazo podemos encontrar mujeres con problemas de fertilidad así como también pueden padecer problemas de obesidad. Cuando aparecen estas manifestaciones clínicas se puede observar según estudios clínicos que la gran mayoría de estas mujeres presentan Inflexibilidad Metabólica y Resistencia a la Insulina forzando al páncreas a producir más insulina para contrarrestar esta incapacidad de que la glucosa pueda entrar en el tejido muscular.
Esta disfunción metabólica, puede conllevar a largo plazo a desarrollar una diabetes Tipo II así como mayor incidencia de patologías como la hipertensión arterial, alteración en el metabolismo del colesterol y de los triglicéridos lo que conlleva un mayor riesgo a sufrir enfermedades cardiovasculares como infartos, accidentes cerebro-vasculares entre otros.
Principales causas del SOP
No se ha podido aclarar cuál es el factor primario desencadenante y se entiende que esta patología presenta un origen multifactorial. Según los expertos tenemos que valorar ciertos factores que seguro intervienen en la presentación de la misma.
Factores genéticos:
Tienen un peso importante y existen estudios clínicos que lo relacionan con mutaciones o cambios relacionados con genes vinculados con las Gonadotropinas y hormonas producidas por la glándula hipófisis que se encarga de liberar las hormonas femeninas LH y FSH, así como otras hormonas relacionadas con la insulina y sus receptores.
Alteración hormonal del Eje Hipotálamo hipofisario:
La Hipófisis es la glándula encargada de segregar las hormonas femeninas luteinizante (LH) y folículoestimulante (FSH). En el caso del SOP hay una descompensación en la producción de estas hormonas y se segrega mayor cantidad de LH que FSH cuando en situaciones normales y dependiendo de la etapa del ciclo debería ser al revés.
Esta descompensación da lugar a una mayor producción de Andrógenos siendo estos niveles elevados de hormona masculina los que impidan el desprendimiento de un óvulo del ovario impidiendo la ovulación alterando así el ciclo menstrual de la mujer además de que dichos quistes liberan pequeñas cantidades de Testosterona que acumulado en el tiempo elevan los niveles totales que hacen que se presenten los síntomas de masculinización explicados anteriormente. El mal funcionamiento del metabolismo de los Andrógenos en tejidos periféricos o en la secreción por la glándula Suprarrenal también puede estar implicado.
Hiperinsulinemia y Resistencia a la Insulina:
En mujeres con SOP se observa una alteración en los receptores de insulina dando lugar al aumento de glucosa en sangre. El páncreas como respuesta compensatoria, fabrica mayor cantidad de insulina lo cual favorece la afectación ovárica produciendo niveles altos de Testosterona en el Ovario así como se favorece la inflamación crónica y la inflexibilidad metabólica generando el caldo de cultivo adecuado para desajustes hormonales, y aumento de citoquinas inflamatorias. Se ha descrito en un 50% de las mujeres afectadas de SOP también tienen una resistencia a la insulina así como también las mujeres con Diabetes tipo II presentan hasta 6 veces más riesgo de presentar SOP que las mujeres sanas de su misma edad y peso.
Estrés crónico con el aumento de Cortisol:
Contribuyen a la exacerbación de la sintomatología y se estudian mecanismos implicados en la enfermedad mediando las descompensaciones producidas por las Catecolaminas.
Otras causas:
Como las emociones, la alimentación y la falta de ejercicio físico también pueden impactar de forma muy importante en el desajuste del sistema hormonal.
Tratamiento del Síndrome de ovario poliquístico
Debido a que es una enfermedad multifactorial, de presentación particular y distinta intensidad dependiendo de la mujer afectada, el tratamiento debe ser adaptado al caso concreto. Hay que tener en cuenta que el tratamiento suele ir enfocado a la mejora de los síntomas y a la regulación hormonal.
Lo ideal es diferenciar entre un abordaje estético y un abordaje metabólico. En líneas generales suelo diferenciar el tratamiento para las afecciones estéticas: Acné, Hirsutismo, Alopecia que tendrán un tratamiento específico para cada afección.
- En el caso del Acné se suelen tratar con fármacos que disminuyan los Andrógenos, como el acetato de ciproterona, o la espironolactona; así como medicación a nivel tópico como el uso del Peróxido de benzoilo, los alfa-Hidroxiácidos o la Isotretinoína. Todos ellos con controles por el profesional de referencia. Este tipo de terapias se planifican a largo plazo, con controles periódicos.
- A medida que mejora el desajuste hormonal también va mejorando la alopecia, pero se puede tratar también con infiltraciones localizadas de fármacos antiandrógenos, y tratamientos de infiltraciones de PRP (Plasma Rico en Plaquetas) también pueden mejorar bastante la densidad capilar.
- En el caso del Hirsutismo sería recomendable utilizar medidas cosméticas y estéticas que pueden ir desde la depilación con láser médico hasta la decoloración del vello. Estas medidas siempre recomiendo que se realicen conjuntamente con otras medidas encaminadas a la mejora de la patología metabólica y hormonal para conseguir mejores resultados.
Para el control de las reglas irregulares y la sintomatología aguda del síndrome premenstrual, y especialmente en mujeres que precisen de un método anticonceptivo, los anticonceptivos hormonales suelen ser una solución temporal, ya que estaríamos realizando una inhibición del eje pero no su regulación, y cuando la mujer quiera dejar los anticonceptivos por un posible deseo de embarazo podrá verse afectada por brotes específicos de mayor intensidad de estas patologías que ha querido evitar.
Es por ello que recomiendo asociar suplementación específica como el Agnus Castus o el Inositol, y toda aquella encaminada a la mejoría de la disfunción hormonal, del síndrome metabólico y la Resistencia a la Insulina con fármacos como la Metformina y suplementos como la Berberina, ácido alfa-lipoico entre otros.
La mejoría del perfil metabólico a medio plazo acabará por ayudar a la regulación del perfil hormonal y de los trastornos estéticos, ya que todas las medidas van asociadas no solo a la mejora del metabolismo sino indirectamente al control del exceso de andrógenos. A estas medidas recomiendo indefectiblemente asociarlas a ejercicio físico de fuerza implementándolo de forma progresiva, andar en ayunas, asociar medidas como el ayuno intermitente cuando la enfermedad y síntomas estén controlados y regulación del plan nutricional evitando alimentos como:
- Hidratos de carbono simples ya que elevan rápidamente la glucemia en sangre incrementando la resistencia a la insulina y el peso corporal.
- Hidratos de carbono refinados con poco valor nutricional y poca fibra.
- La Bollería es muy rica en azúcares añadidos, grasas saturadas, grasas trans con un alto Índice Glucémico.
- Zumos de frutas con mucha azúcar y poca fibra haciendo que se eleve rápidamente el índice glucémico y aportando una cantidad excesiva de calorías por porción.
- Lácteos de forma moderada y si se consumen mejor aquellos fermentados como el Kéfir o bebidas vegetales sin azúcares añadidos.
- Refrescos y alcohol ya que poseen mucha azúcar, escasos nutrientes elevando así la glucemia en sangre y empeorando la Resistencia a la Insulina que es justo lo que queremos evitar.
Importancia del Deporte en el contexto del SOP
La actividad física es de vital importancia por la mejora del perfil metabólico, que supone así como también amplifica los efectos positivos de todas las medidas vistas anteriormente.
A continuación expongo los beneficios directos del deporte:
- Se manifiesta una mejoría casi inmediata del estado emocional de la paciente reduciendo el malestar depresivo, el bajo ánimo y los trastornos de humor que le estaban afectando.
- Se produce un incremento de la sensibilidad a la insulina por la promoción no solo de la recuperación de la sensibilidad de los receptores periféricos sino por el aumento del número de dichos receptores en el tejido muscular.
- Mejora el perfil hormonal tanto de LH como de FSH así como también el de Andrógenos.
- Aumento de la Tasa Metabólica Basal (TMB) favoreciendo la pérdida de grasa, el aumento de gasto calórico y la disminución de la acumulación de grasa tanto abdominal como en otras zonas corporales.
- Reducción y mejora del dolor premenstrual.
Prevención-pronóstico
- Con respecto a la Prevención, tanto estas pacientes como las pacientes sanas o aquellas no diagnosticadas de SOP deben de mantener un estilo de vida saludable. Dar importancia a la alimentación y al ejercicio físico, así como también al control del estrés, regulación de biorritmos y modulación emocional para procurar un equilibrio tanto a nivel orgánico como neuro-endocrino.
- Con respecto al Pronóstico de la enfermedad, recomiendo adherencia a los tratamientos pautados, pulcritud y compromiso con la incorporación de nuevos hábitos de vida saludable para evitar el sobrepeso y la obesidad y el resto de enfermedades que se pudieran derivar de este síndrome. También tener presente que estas medidas mejoran y determinan un mejor futuro a la hora de la fertilidad y el éxito de posibles tratamientos que se puedan necesitar. Hay que aclarar que cuanto antes se tomen medidas con respecto al manejo y tratamiento del SOP mejoran las expectativas de fertilidad futuras.
Conclusiones
El Síndrome de ovario poliquístico se considera un trastorno endocrino-ginecológico multifactorial que está caracterizado por diversos síntomas con un alto grado de afectación y alteración estética, metabólica y hormonal en ocasiones incapacitante.
Su evolución y mejora está muy vinculada a regular la alimentación, realizar ejercicio físico y modular el estrés y hábitos saludables y como consecuencia todo ello mejorará el perfil metabólico y hormonal favoreciendo la flexibilidad metabólica y la mejora en la Resistencia a la Insulina que son los puntos claves en toda esta cuestión. Poniendo en marcha las herramientas adecuadas podemos conseguir no solo la mejoría sino el control alargado en el tiempo de la enfermedad e incluso en determinados casos, la desaparición de sus síntomas.
Bibliografía:
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Epigenética del síndrome de ovario Poliquístico
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Estrategias para mejorar los resultados de la reproducción asistida en mujeres con síndrome de ovario Poliquístico: revisión sistemática y metanálisis
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Síndrome de Ovario Poliquístico en Mujeres Adultas
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SOP según los criterios de consenso de Rotterdam: cambio en la prevalencia entre la anovulación de la OMS-II y la asociación con factores metabólicos
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Síndrome de ovario Poliquístico: revisión de fisiopatología
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Síndrome de ovario Poliquístico y riesgo Cardiovascular
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Síndrome de ovario Poliquístico: impacto en la salud reproductiva y materno-fetal
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Resistencia a la insulina en el síndrome de ovario Poliquístico
9.- Tratado de Fisiología Médica Guyton-Hall
Ed.: McGraw-Hill Interamericana Décima Edición
Cap. 81; Pág. 1117-1133